viernes, 27 de agosto de 2010

AUTOAYUDA

LA AUTOESTIMA ES EL CONCEPTO QUE TENEMOS DE NUESTRA VALÍA PERSONAL Y DE NUESTRA CAPACIDAD. ES, POR TANTO, LA SUMA DE LA AUTOCONFIANZA, EL SENTIMIENTO DE LA PROPIA COMPETENCIA Y EL RESPETO Y CONSIDERACIÓN QUE NOS TENEMOS A NOSOTROS MISMOS.


La autoestima se basa en la ingente cantidad y variedad de pensamientos, sentimientos, experiencias, vivencias y sensaciones que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra existencia, pero especialmente durante las primeras etapas de la vida: infancia y adolescencia. Ese conglomerado de sentimientos, creencias, experiencias y evaluaciones se canalizan hacia un concepto elevado y firme sobre nuestra propia valía o, por el contrario, cristalizan en una línea de inutilidad, desconfianza en si mismo, indefensión y percepción negativa de la propia realidad existencial.

¿POR QUE ES TAN IMPORTANTE LA AUTOESTIMA? Porque afecta a todas las facetas de nuestra vida y a todos nos es imprescindible, independientemente de nuestra edad, sexo, condición, nivel cultural, profesión u objetivos que nos hayamos marcado para el futuro. La fuente donde beben las cualidades más relevantes, positivas y determinantes de una personalidad fuerte, sana, equilibrada y madura es la autoestima elevada. Es evidente que si no se satisface en el ser humano la necesidad de autovaloración, tampoco se satisfarán otras necesidades.


QUIEN SE SIENTE A GUSTO CONSIGO MISMO SUELE SENTIRSE BIEN EN LA VIDA, DESARROLLAR TODO SU POTENCIAL Y CREATIVIDAD Y AFRONTAR RESPONSABLEMENTE Y CON EFICACIA LOS RETOS QUE SE LE PLANTEEN.


Uno de los principales factores que diferencian al ser humano de los demás animales es la consciencia de si mismo: la capacidad de establecer una identidad y darle un valor. En otras palabras, se tiene la capacidad de definir quien es y luego decidir si le gusta su identidad o no. El problema de la autoestima está en esta capacidad humana de juicio. Una cosa es que nos disgusten ciertos colores, ruidos, figuras o sensaciones. Pero cuando se rechazan partes de uno mismo, se dañan considerablemente las estructuras psicológicas que literalmente le mantienen a uno vivo.

El juzgarse y rechazarse a si mismo produce un enorme dolor. Por tanto, se suele evitar todo lo que pueda agravar de cualquier modo el dolor del rechazo a uno mismo. Se asumen menos riesgos sociales, académicos o profesionales. Uno tiene más dificultad en relacionarse con la gente, entrevistarse para un trabajo o perseguir algo en lo que se pudiera no triunfar. Uno limita su capacidad de abrirse a los demás, expresar su sexualidad, ser el centro de atención, atender a las criticas, pedir ayuda o resolver problemas.

También para evitar nuevos juicios y auto- rechazos se levanta barreras defensivas. Quizá se inculpa y encoleriza, o se sumerge en un empeño perfeccionista. O bien fanfarronea. O bien se ponen excusas. Y en ocasiones se recurre al alcohol o las drogas.

LA COMPASIÓN EN RELACIÓN CON LA AUTOESTIMA.

(COMPRENSIÓN, ACEPTACIÓN, PERDÓN)


La mayoría de las personas consideran a la compasión como un rasgo de carácter admirable igual que la honestidad, la lealtad o la espontaneidad. Si usted tiene compasión, se demues­tra siendo amable, simpático y útil a los demás.

Sin embargo en su relación con la autoestima, la compasión es mucho más. En primer lugar no es un rasgo de carácter inmutable. LA COMPASIÓN ES EN REALIDAD UNA FACULTAD, una facultad que usted puede adquirir si carece de ella, o mejorarla si ya la tiene. En segundo lugar, la compasión no es algo que usted siente solo hacia los demás. Debería animarle también a usted a ser amable simpático, y útil para consigo mismo.

Son tres los componentes básicos de la facultad de compasión: COMPRENSIÓN, ACEPTACIÓN Y PERDÓN.


COMPRENSIÓN: El comprender algo importante para usted o para un ser querido puede cambiar totalmente sus sentimientos y actitudes. No toda comprensión resulta fácil. En ocasiones viene como resultado de un esfuerzo constante y sostenido por entender las cosas.

El comprender la naturaleza de sus problemas no significa que tenga que llegar a soluciones inmediatamente. Simplemente significa que usted ha hallado la forma de operar, lo que tiene probabilidades de hacer en una determinada situación y por que probablemente lo va a hacer. Significa que usted tiene una idea de como llego a ser la persona que es.

El comprender a los demás es principalmente cuestión de escucharles en vez de escuchar la propia versión que uno tiene de ellos.


ACEPTACIÓN: La aceptación es un reconocimiento de los hechos, con suspensión de todos los juicios de valor. Usted ni aprueba ni desaprueba: acepta. Ej. "Acepto el hecho de que estoy obeso", no significa: estoy obeso y ello me resulta perfectamente bien. Significa: estoy obeso y lo sé. Puede no agradarme. De hecho, a veces me siento como un barril de grasa, pero ahora dejo de lado mis sentimientos, pongo entre paréntesis los juicios de valor y afronto los hechos desnudos. Y los hechos han de aceptarse, y no utilizarlos para mortificarse.

La aceptación de los demás supone reconocer los hechos acerca de ellos despojados de nuestros juicios habituales.


PERDÓN: El perdón deriva de la comprensión y la aceptación. Igual que esos dos rasgos, no significa aprobación. Significa aceptar lo pasado como pasado, reafirmar el respeto a si mismo en el presente y anticipar un futuro mejor.

El verdadero perdón de los demás significa un cierre de cuentas, la persona que le daño no le debe ya nada. No esta ya en posición de deudor respecto de lo que ha sucedido. Usted ha abandonado toda idea de venganza, reparación, restitución o compensación. Usted afronta el futuro como una hoja en blanco entre ambos.

EL PROBLEMA DE LA VALÍA


¿Qué hace valiosas a las personas? ¿Dónde busca usted pruebas de valía? ¿Cúales son los criterios?


A lo largo de la historia se han ideado muchos criterios del valor humano. Los antiguos griegos valoraban la virtud personal en sentido humano y político. Si uno se adecuaba a los ideales de armonía y moderación y contribuía al orden social, era considerado valioso y podía gozar de alta autoestima. Los romanos de valía habían de mostrar patriotismo y valor. Los primeros cristianos valoraban el amor de Dios y la humanidad sobre la filiación al reino temporal. Los budistas valiosos se esfuerzan por liberarse de todo deseo. Los musulmanes valiosos respetan la ley, la tradición y el honor. Los conservadores valoran la industria y el respeto de la tradición. Los mercaderes de valía son los ricos. Los artistas valiosos son los dotados de talento. Los políticos valiosos son los que tienen poder.....

En nuestra cultura, la solución mas común al problema es identificar el valor con el trabajo (o los logros adquiridos). Dentro de una determinada posición o nivel social, nuestra cultura valora la valía en relación con los logros. Obtener un aumento, un grado, un ascenso. Adquirir una buena casa, un coche, mobiliario, un barco, dar educación universitaria a los hijos.... Si uno es despedido, cesado, pierde su casa..... siente serios problemas, pierde todos sus activos y se vuelve una persona socialmente sin valor. Cuando una persona asimila estos conceptos de valor, puede ayudarle recordar que todo criterio concebido para medir la valía depende de su contexto cultural.


FORMAS DE AFRONTAR EL PROBLEMA DE LA VALÍA


1º. Aceptar que la valía de una persona es un concepto abstracto que, al ser examinado, resulta tener una base extremadamente frágil en realidad. No es mas que otra etiqueta global. Todos los criterios resultan ser subjetivos, culturalmente variables y lesivos para su autoestima. La idea de identificar un estándar universal de valía es una ilusión tentadora, pero usted y todo el mundo esta mejor sin ella. Es imposible determinar la verdadera valía de una persona.

2º. Constatar que hay una valía, pero que esta igualmente distribuida y es inmutable. Todo el mundo al nacer tiene una valía unitaria, absolutamente igual a la de todos los demás. Le suceda lo que le suceda en la vida, haga lo que haga, o le hagan lo que le hagan, su valía humana no puede aumentar ni disminuir. NADIE VALE MAS O MENOS QUE NADIE. Estas dos opciones son funcionalmente equivalentes. Ambas le liberan de tener que vivir comparándose con los demás y de hacer constantes juicios de valor sobre su valía relativa.

3º. Reconocer la propia experiencia interior de valía humana. Recuerde una época en la que se sintió bien consigo mismo, en que su valía humana parecía real y usted tenia una buena dosis de ella. Recuerde el sentimiento de estar bien, con todas sus faltas y fracasos, a pesar de las opiniones de los demás. Lo esencial es admitir que tiene una valía personal, según evidencia su propia experiencia interior, por breve y ocasional que haya sido.

4º. Realizar una buena contemplación de si mismo a través de la compasión. La compasión le expresa la esencia de su carácter de ser humano.

¿Que entiende acerca de si mismo? En primer lugar, usted vive en un mundo en el que debe luchar constantemente para satisfacer las necesidades básicas, o de lo contrario perecería. (Alimento, vivienda, apoyo emocional, reposo, ocio...) Casi toda su energía se aplica a estas áreas básicas de necesidades. Usted hace lo que puede dados sus recursos. Pero las estrategias disponibles que tiene para satisfacer sus necesidades están limitadas por lo que usted sabe e ignora, por su condicionamiento, su constitución emocional, el grado de apoyo que recibe de los demás, su sensibilidad al dolor y al placer, su salud, etc. Y a través de toda esta lucha para sobrevivir es usted consciente de que sus facultades físicas e intelectuales han de deteriorarse inevitablemente, y de que, a pesar de todos sus esfuerzos, habrá de morir un día.

En el curso de su lucha usted comete muchos errores, que reciben una penosa recompensa. A menudo siente miedo, tanto ante peligros reales como de los que dimanan de una vida sin garantías en la que la pérdida y el daño pueden azotarle en cualquier momento. También hay muchos tipos de dolor, y a pesar de todo, usted sigue, buscando todo el sustento físico y emocional que puede.

Frente a todo el dolor, pasado y futuro, usted sigue luchando. Planea, resiste, decide. Sigue viviendo y sintiendo. Si usted deja proliferar este conocimiento, si se deja sentir realmente la lucha, puede empezar a vislumbrar su valía real. Es la fuerza, la energía vital que le impulsa a esforzarse. El grado de éxito es irrelevante. Lo único que cuenta es el esfuerzo. Y la fuente de su valía es el esfuerzo.

Tras la comprensión viene la aceptación. Nada de lo que uno hace en el empeño por sobrevivir es malo. Los diferentes enfoques son mas o menos efectivos, dolorosos o no dolorosos. A pesar de sus errores, esta usted haciendo una buena tarea, porque es la MEJOR que puede hacer. Sus errores y el dolor que sigue a cada uno de ellos le enseñan.

Usted puede perdonar y dejar pasar sus fracasos y errores porque ya ha pagado por ellos. Por nuestra propia constitución, no siempre conocemos el mejor camino, e incluso conociéndolo, podemos no tener los recursos necesarios para seguirlo. Su valía, pues, es que usted nació en este lugar. Y que puede seguir viviendo ahí a pesar de la enorme dificultad de la lucha.

MANTENER VIVO EL AMOR

ESTRATEGIAS PARA MANTENER LOS SENTIMIENTOS DE AMOR:


1ª. Deja que tus expectativas sean optimistas pero no permitas que se desboquen.

Asume que puedes amar prolongada y continuamente pero no siempre y de manera estática.

2ª. Aunque puedes amar espontáneamente o enamorarte violentamente, date cuenta que la continuación de tus pasiones frecuentemente requiere un trabajo no espontáneo.

A veces habrás de planificar y conspirar realizando esfuerzos reales de pensar, sentir y creer para mantener vivos tus sentimientos amorosos y potenciarlos.

3ª. Pregúntate a ti mismo. ¿Que encuentro y puedo seguir encontrando amoroso sobre mi pareja? ¿Cuales son las buenas cualidades de mi pareja en las que me puedo seguir fijando? ¿Que pensamientos amorosos puedo tener y que cosas que le gustan puedo hacer por mi amado/a?.

4ª. Practica sentimientos amorosos. Recuerda e imagínate situaciones que te hagan sentirte afectivo/a cariñoso/a, cálido/a, excitado/a. Dedica algún tiempo, quizás todos los días, a pensar en estas situaciones y construye sentimientos amorosos.

5ª. Actúa deliberadamente de forma cariñosa con tu amado/a. Mándale flores, cómprale regalos, escríbele poemas, dile palabras cariñosas, cuenta a otras personas lo mucho que le/la quieres. No importa lo difícil que te resulte decir "TE QUIERO" ¡dilo! ¡Una y otra vez!

6ª. Planifica y lleva a cabo actividades que sean mutuamente placenteras con tu pareja. Leer en alto juntos, practicar deportes, asistir al cine y al teatro, visitar amigos, tener relaciones sexuales, ir de camping.

7ª. Observa tus sentimientos de rabia, irritación, resentimiento, aburrimiento y frustración con tu pareja. Fíjate si nacen de deseos o preferencias (Desearía que mi amado/a fuera mas atento conmigo); o de demandas o exigencias absolutistas ("Mi pareja debe prestarme en todo momento mas atención a mi"). Mantén tus deseos pero prescinde de tus exigencias.

8ª. Si deseas sobre todo, que tu pareja piense, actué o sienta de diferente modo, intenta expresar tus deseos preferentemente de manera no hostil y anímale cariñosamente a realizarlos. Si no puedes lograr este tipo de cambios, intenta aceptar tu frustración y no les des demasiada importancia.

9ª. Si te sientes resentido/a porque tu amado/a te defrauda, fíjate en tus exigencias autoritarias.

10ª Si tienes una baja tolerancia a la frustración respecto a las condiciones que te impiden disfrutar completamente de tu amado/a, busca tus "debo" y "tengo que".

11ª.Consideración no es lo mismo que amor pero desde luego ayuda. Si intentas descubrir lo que le gusta a tu pareja, le disgusta u odia, y evitas hacer esas cosas, conseguirás en gran medida conservar su amor por ti.

12ª.¡No seas compulsivamente honesto respecto a todo!. No pienses que tienes que hablar, expresarte siempre respecto a lo que no te gusta. Ahora bien, si él o ella hace algo que va en contra de tus principios valores básicos y que puede ser modificado, entonces habla.

13ª.¡Mantén un buen sentido del humor! Reduce tus ideas de preocupación excesiva respecto a lo "detestable" de la conducta de tu pareja hasta verlas como algo absurdo.

14ª.Reconoce francamente tus propios deseos y tendencias sexuales y las de tu pareja, reconocer que el sexo se reduce a la penetración sino que incluye muchos placeres no coitales.

15ª.Pasa tiempo junto a tu pareja y comparte con ella un grado considerable de cosas pero intenta acordar que ambos mantendréis también una individualidad apreciable, así como la identidad personal.

16ª.Realiza esfuerzos constantes por comunicarte bien con tu amado/a.(Asegúrate que cada uno comprende el punto de vista del otro antes de estar o no de acuerdo con el). Y la eliminación de los "debes" y "tienes", que bloquean la comunicación real.

17ª.El amor requiere algunos sacrificios, especialmente de tiempo y esfuerzo. Pero si quieres por encima de todo querer y ser querido/a, mas vale que te entregues primero a aceptarte (y bien podría decirse quererte) y, a preocuparte por la persona que amas.

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